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RECORDANDO AL MAESTRO HUMBERTO AGUILAR

RECORDANDO AL MAESTRO HUMBERTO AGUILAR

Hoy, hace sesenta y cuatro años, que abandono este valle de dolor y de lagrimas para habitar en la vida de lo imperecedero, HUMBERTO AGUILAR BRICEÑO, maestro abnegado y sufrido, que a influjo de cerebro fecundo, produjo florecimientos de bondad y de virtud de las mas alta trascendencia y derrumbó torrentes de luz en la mente de la niñez y la juventud de este pueblo sencillo y agricultor, que tanto amó, y bajo cuya tierra amorosa duerme su sueño de eternidad y de gloria.
Fue mi maestro y fui su discípulo; y en las aulas de la Escuela Dr. Pedro Gómez, que él fundó y dirigió hasta su sentida muerte, acaecida el 26 de Julio de 1946, nutrí mi espíritu y me fueron sedimentando las primeras verdades de la ciencia y un espíritu de justicia y de bien, allí compartí con mis inolvidables condiscípulos los primeros afanes y las primeras ilusiones infantiles en los días de la alegría y confiada niñez, juntos velamos en las horas dedicadas al estudio hasta aprobar sexto grado de primaria, luego nos bifurcamos por los caminos de la vida, llevando como bendición paternal la palabra del estímulo y de la lección y consejos útiles del maestro Humberto Aguilar.
Por eso hoy al evocar su nombre, que tiene emanaciones radiales, de insigne educador, que desintegró su vida en pro de la formación moral e intelectual de la niñez y la juventud estudiosa de su tiempo, mi espíritu se sobrecoge de emoción; y emocionado le consagro esta memoria. Que los melancólicos cipreses  le sirvan de centinelas sombríos y den eterna sombra a la tumba de mi ahora muerto pero nunca olvidado maestro, Humberto Aguilar Briceño, sobre la cual mis manos colocan con reverente devoción, en esta ocasión, en símbolo de cariño y de gratitud, esta flor cortada en el jardín de mi huerto. (Desconocido. La Prensa, Julio 30, 2003.)



PROYECTO MAGISTRAL DEL MAESTRO HUMBERTO AGUILAR


Inicio el maestro José Ignacio Humberto Aguilar Briceño, su labor de escultor de personalidades, imitando a Pigmalión (escultor mitológico griego) como maestro, en la Escuela Pública del Ministerio de Educación que para esa fecha solo ofrecía educación hasta segundo grado de Primaria.
Sin embargo, dada las cualidades intelectuales, morales y cívicas fue motivado por Don Pedro Gómez Rau, propietario de la Hacienda San Antonio, quien también tenia el proceso agroindustrial de beneficio de café, para que fundara una escuela primaria privada completa en la Villa de La Concepción. 

La escuela funciono en una vivienda propiedad de Don Mercedes Guevara, papá del difunto Don Ramón Guevara Matus, esquina noroeste de la actual Escuela Guillermo Ampié Lanzas.








Solamente la escuela fundada por el Maestro José Ignacio Humberto Aguilar Briceño tenia primaria completa. En esta Escuela Superior educaba el maestro Aguilar desde las primeras letras (alfabeto) hasta el Sexto Grado de Primaria con horario matutino de 8:00 a 11:00 a.m y por las tardes de 2:00 a 4:00 p.m.
En total, el número de alumnos ascendía según estimaciones a un total de 60 estudiantes. Las principales materias que se impartían fueron: Matemáticas, Gramática, Historia, Moral y Cívica, Ciencias Naturales, Geografía, las cuales se complementaban con estudios sobre religión todos los viernes, siendo también de carácter obligatorio la asistencia a la celebración de la Santa Misa los días domingos y el rezo del Padre Nuestro de lunes al iniciar la semana de clases.







Los padres de familia pagaban, un arancel mensual de C$ 1.50 por alumnos y las calificaciones se enviaban con Don Marcial Centeno, quien a su vez, colectaba el pago de los aranceles educativos. Se comenta que en los boletines de calificaciones, a los estudiantes que obtenían calificaciones reprobadas (igual o menos que siete), le remitía en las observaciones   a los responsables de familia la siguiente máxima: “Ruegole hacer estudiar un poco mas a su hijo, porque seria duro para usted  y para mi, que los esfuerzos resulten nulos”.


Como estrategia para optimizar el tiempo dedicado a los seis grados, empleaba a los estudiantes mas aventajados como tutores para atender a los estudiantes  de primero y segundo grado. La dinámica de estudios consistía en clases expositivos, acompañadas de trabajos en casa, principalmente sobre análisis de oraciones y ejercicios de Matemáticas.
Según las anécdotas que narra sus ex alumnos, aquellos que llegaban a clases sin haber estudiado de memoria las lecciones, los obligaban encerrándolos en un cuarto de la escuela, y dejándolos salir hasta que se hubiesen aprendido los temas asignados.
Así mismo, corregía defectos de conducta como por ejemplo poner sobrenombres a otros estudiantes, obligándoles a escribir 100 veces el proverbio del moralista Manuel Antonio Carreño “No llamemos por sobrenombres a las demás personas”. Utilizaba como textos básicos los siguientes: Matemáticas y Castellanos de Jaime Bruño, Gramática escrita por Emilio Marín y Ciencias Naturales de Mario Leal.



Otros de sus ex alumnos afirman que cuando un estudiante, caía en falta de respeto o educación, el Maestro Aguilar con su ancha faja, les daba una buena cuereada y después con el mismo estudiante, remitía una nota a sus padres para que le dieran otra tunda.
También el maestro Aguilar enseñaba otras habilidades sociales como el saludo, sentarse apropiadamente, utilizar los utensilios para comer, respetar las pláticas de las personas adultas y otras normas de conducta.
En cuanto a la enseñanza de la lectura puso énfasis en corregir el tono de voz y la apropiada y correcta pronunciación de las palabras, vigilando muy celosamente el grado de concentración de los demás alumnos.

Trato de influenciar el cambio de entonación con dejo “el hablar cantadito” de los concheros. Se promovía la competencia en las diferentes disciplinas, participando otras personas como replicas quienes elegían los temas. De igual forma, hubo concurso de oratoria, y a quién resultaba ganador, tomaba la palabra en nombre de la escuela en la celebración de las fiestas patrias los 15 de Septiembre de cada año. Uno de los más destacados oradores de la Escuela del Maestro Aguilar fue Don Francisco López Quintero.


Como parte integral del proceso de aprendizaje y formación ciudadana, promovía la práctica del deporte de béisbol, compitiendo el equipo de su escuela contra equipos de Masatepe, en la Finca Santa Juana propiedad de Don Carlos Roger, ciudadano de origen alemán. De igual forma, se estimulaba la competencia en redacción y oratoria. De forma concomitante, para distracción de los estudiantes realizaba paseos campestres a fincas como la Mona y a la de Don Matías Gutiérrez que poseía grandes extensiones con cultivos de jocotes. También jugaban contra equipos de Niquinohomo.
La eficacia de su enseñanza, lo muestra el hecho que todos los alumnos que aprobaron el Sexto Grado, cumplían las exigencias de los exámenes de admisión que practicaban los Institutos de Secundaria, así mismo, el hecho irrebatible de que varios de sus ex alumnos fueron los primeros profesionales de la Villa de La Concepción 





entre estos: médicos, profesores, economistas, contadores privados, abogados e ingenieros agrónomos de quienes se hacen mención mas adelante. Pero se puede afirmar, que la base de la información de tan distinguidos ciudadanos en las aulas de clases fue el ejemplo moral, cívico y religioso del Maestro Aguilar. A como dice Don José Luz Hernández “educaba mas con el ejemplo que con la regla”.








Como estímulos a los mejores alumnos obsequiaba libros de famosos literarios y filósofos internacionales, entre estos “La imitación de Cristo” escrito por Tomas de Kempis.
Desafortunadamente, hubo en la época del Maestro Aguilar muchas deserciones escolares por falta de interés de los estudiantes, y en otros casos, por la situación económica difícil de algunos padres de familia, quienes requerían del apoyo de sus hijos en las labores agrícolas de las pequeñas fincas.
Entre los rasgos físicos, sociales y de personalidad del Maestro Aguilar se destacan los enumerados a continuación:
Políticamente, milito en el Partido Conservador, siendo admirador de los tributos contemporáneos como: Emiliano Chamorro Vargas (ex presidente de Nicaragua), Dr. Carlos Cuadra Pasos, Dr. Pedro Joaquín Chamorro Zelaya, padre del Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal “Mártir de las Libertades Publicas”.
Era de baja estatura, aproximadamente 5.4 pies, moreno lavado, narizón, muy simpático, su atuendo permanente era tarje completo (saco), faja ancha, corbata y zapatillas. De hablar fluido y mesurado; conversación amena llena de chistes nuevos y naturales; incansable lector de Alfonse de Lamartine, Emilio Castela, Dionisio Diderot y otros Autores famosos. Tenía letra hermosa y envidiable. No fumaba, ni bebía licor, su voz durante las clase se tornaba muy fuerte tal como Demóstenes que se podía escuchar a varios centenares de metros de la escuela
Recto y serios con sus alumnos y por el contrario, popular, agradable y platicador con la gente. Su principal afición después de concluir la jornada escolar a las 6:00 pm era conversar con sus contertulios, entre los que se puede citar a Don Alfonso Carballo Rodríguez, Don Uriel Carrasquilla Medrano, Don Guillermo Ampié Lanzas, Don Solón Castro Quintero, Don Felipe Reyes y otros notables ciudadanos de ese tiempo.
Los alumnos eran matriculados en la pubertad y adolescencia, entre 10 y 17 años de edad, siendo los más conocidos:
NOMBRES
GRADO APROBADO
PROFESION/OCUPACION
José Luís Hernández Mercado
Sexto
Contador Privado
Víctor Manuel Mendoza Mejia
Sexto
Comerciante
Humberto Hernández García
Sexto
Especialista en Coop.
Roberto Vásquez Quintero
Quinto
Medico y Cirujano
Onofre Hernández Calero
Sexto
No Disp. Vive en EE.UU
Rómulo Rosales
Quinto
Medico Cirujano (Pediatra)
Denis Vásquez Quintero
Sexto
Agrónomo
Pablo Vásquez Quintero
Cuarto
Agrónomo
Fernando Atanasio Monterrey
Sexto
No Disp. (q.e.p.d)
William Reyes Boniche
Sexto
Maestro
Oscar Carrasquia
Cuarto
Arquitecto
José Rubén Gámez
Cuarto
Agricultor  (q.e.p.d)
Amín Eslaquit Quintero
Cuarto
Agricultor y Diputado
Juan Miguel Eslaquit
Cuarto
Agricultor
Mateo Alemán Brenes
Quinto
No Disp. (Masatepe)
Antonio Guevara Rodríguez
Cuarto
Contador Privado
Rubén Castro Reyes
Cuarto
No Disp. (Granada)
Miguel Mendoza
Quinto
Comerciante
Domingo Arias Hernández
Cuarto
No Disponible
Ofilio Guevara Matus
Quinto
Visitador Medico
Armodio Ampié
Sexto
Economista
Sigfrido Ampié
Sexto
Medico Cirujano
Amado Quintero
Sexto
Comerciante
En forma complementaria, para mantener un decoroso nivel de vida, tenia en el mismo local de la escuela, una pequeña pulpería que abastecía de productos básicos y material educativo, como plumas y tinta, papel de envolver, café negro, café en semilla y el infaltable dulce.
Su comprador era Don Marcial Centeno, quien en el caballito bayo del Maestro iba semanalmente a abastecerse a Masaya.
Las dos escuelas superiores de primaria en La Concepción y en San Juan, por gestiones del Doctor Rómulo Rosales, llevaron el nombre del insigne Maestro de los primeros profesionales del Municipio “Humberto Aguilar”. Sin embargo, en febrero de 1963, el nombre de la escuela de La Concepción, se cambio por el de Justino Sansón Balladares, a solicitud del Bachiller Guillermo Ampié Lanzas, quien invito a la ceremonia del nuevo cambio de nombre al entonces Ministro de Educación, Doctor Heliodoro Montes, al Teniente Coronel Retirado Jorge Granera, quienes se encontraron en La Concepción con la sorpresa de la manifestación de mas de doscientos ciudadanos quienes manifestaban su indignación por el cambio del nombre de la Escuela. (La Prensa,12 Febrero de 1963, pág 1-4).

Una vida tan fructífera como la del Maestro JUAN IGNACIO HUMBERTO AGUILAR BRICEÑO para una pequeña cuidad de productores agrícolas y comerciantes de apenas 3,500 habitantes, dejo de iluminar a otras generaciones de ciudadanos un 26 de Julio de 1946.
El hecho se inicio durante el almuerzo en su casa de habitación en la esquina que perteneció a Don Mercedes Guevara, le notificaron sobre el deceso de su ex alumno Reynaldo Quintero Mejia, provocándole la infausta noticia una hemiplejia. Fue atendido en su lecho de enfermo el 25 de Julio de 1946 por el Doctor Vinicio Gutiérrez de Masatepe. Falleció al día siguiente victima de un ataque cardiaco que ocasiono su lamentable deceso. Se cuenta que entre sus anécdotas que a su gran amigo conocido como Reynaldo “chinche” Quintero Mejía, había acordado quien muriese primero, se llevaba al otro, y según, lo contado por Antonio Guevara Rodríguez, al día siguiente del deceso de su amigo Reynaldo “chinche” Falleció el Maestro Humberto Aguilar.

Durante el desarrollo de sus exequias que fueron muy solemnes y concurridas acompañado por la comunidad adolorida por la perdida irreparable de su Maestro, tomaron la palabra para rendirle homenaje póstumo las personas mencionada a continuación en los sitios aquí consignados:
NOMBRES DE CIUDADANOS
LUGARES DE DISCURSOS
1. Alfredo Quintero Hernández
Fte. A Casa de Don Ramón Guevara Matus
2. Clodomiro Quintero
Atrio de la parroquia Concepción de María
3. Dr. Francisco Marenco
Esquina de Lic. Margarita López
4. Francisco Leopoldo Rosales
Casa de familia Vásquez
5. Prof. Guillermo Ampié Lanzas
Alcald. Municipal (Actual Casa de Justicia)
6. Dr. Fanor Téllez Suazo (abogado)
Casa de Sra. Teresa Monterrey
7. José Ma. García Alvarado/Don Alfonso Macías
Pórtico del Cementerio Municipal




Vinieron a acompañarlo en su partida Don José Aguilar Briceño (hermano) y tres hermanas, quienes tuvieron la intención de llevarlo a Masaya para darle cristiana sepultura, sin embargo el cariño de la ciudadanía de La Concepción, influyo en el ánimo de sus familiares, para que se convirtiera en un ciudadano dilecto y permanente de la actual cuidad, reposando sus restos en el camposanto del Municipio que recibió la simiente del conocimiento de los valores humanos, cívicos y morales que hoy se han convertido en una cosecha del cien por ciento.

Posterior a la obra monumental e imperecedera del Maestro Aguilar se destacaron también como Maestros: Don Ernesto Carrión Montoya (Masaya), Fernando Monterrey Calero, Guillermo Ampié Lanzas, Ofilio Guevara, Don Luis López, Luisa Emilia López, Ramona López, y William Reyes.

La Cooperativa de Ahorro, Crédito y Servicios Múltiples, Fundada el 24 de Septiembre de 1964, lleva honrosamente el nombre del insigne Maestro JUAN IGNACIO HUMBERTO AGUILAR BRICEÑO como un modesto reconocimiento de sus ex alumnos y admiradores en el Municipio de La Concepción.